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La sequedad grave de la piel
13 May 2019
La sequedad grave de la piel

¿Qué es la sequedad grave de la piel?

A medida que avanza la edad, la piel y sus anexos sufren modificaciones estructurales, morfológicas y funcionales debidas al envejecimiento, de por sí fisiológico. Incluso la acción prolongada a los rayos solares (fotoenvejecimiento) conlleva alteraciones cutáneas que, especialmente en el anciano, causan una excesiva desepitelización y sequedad medio-grave.

El envejecimiento natural de la piel se caracteriza por una reducción gradual de la actividad de la glándula sebácea que causa una reducción de la producción de sebo y, en consecuencia, un déficit de la fracción liposoluble de la película hidrolipídica, entre las que se incluyen las ceramidas y el colesterol en forma esterificada.

La película hidrolipídica asegura al estrato córneo el mantenimiento de la elasticidad y la hidratación superficial, y garantiza la regular convergencia queratinocitosa. Al mismo tiempo, actúa como “escudo” protector de la piel sobre todo contra el desarrollo y la penetración sub-epidérmica de microorganismos patógenos.

En el momento en el cual se determina una falta de sebo y una alteración de la película hidrolipídica (por alteración del sebo producido por las glándulas sudoríparas y sebáceas), el tejido dermo-epidérmico (la piel) tiende a perder la elasticidad natural, y se vuelve seco y excesivamente sensible. La sequedad de la piel puede variar de un grado mínimo hasta xerosis intensa acompañada de grave desepitelización epidérmica (sequedad cutánea acentuada).

¿Cuáles son los síntomas de la sequedad grave de la piel?

La sequedad de la piel se manifiesta con descamación y no se debe descuidar por ningún motivo porque a largo plazo, puede causar trastornos más graves como hipersensibilización, irritación y prurito.

¿Cuáles son las causas de la sequedad grave de la piel?

Las principales causas de la piel seca pueden ser:

  • Alteraciones metabólicas y hormonales. Con el envejecimiento se alteran los procesos fisiológicos de nuestro organismo y el aparato cutáneo no es una excepción.
  • Aire seco. El aire seco asociado con el tiempo frío y rígido de la estación invernal es responsable de la piel seca y los labios agrietados. A su vez, la calefacción demasiado intensa puede secar el aire de los ambientes y causar deshidratación cutánea.
  • No ingerir las sustancias nutrientes necesarias puede provocar deshidratación de la piel. Puede ser causada por un trastorno alimentario o una carencia de vitaminas A, B o C en la alimentación.
  • Duchas calientes y prolongadas. Las duchas frecuentes y prolongadas pueden secar la piel porque remueven los aceites naturales de la epidermis.
  • Jabón
    La elección del jabón para la higiene juega un rol determinante en la causa y/o prevención de la piel seca. Un jabón demasiado agresivo remueve los aceites naturales de la piel y también puede irritarla hasta causar primero sequedad y, a largo plazo, lesiones cutáneas.
  • Alergias alimentarias. Las alergias alimentarias provocan reacciones químicas que dan lugar a las toxinas responsables de erupciones cutáneas y piel seca, llegando a la posibilidad de desarrollar eczema y/o acné.
  • Vestimenta
    La exposición constante de la epidermis a un tejido fastidioso o de poca calidad puede provocar prurito y sequedad de la piel; por ejemplo, el sostén en el caso de las mujeres.
  • Fármacos y cosméticos. Algunos fármacos pueden causar la sequedad de la piel:
    – Fármacos para la hipertensión
    – Diuréticos: aumentan la eliminación de líquidos
    – Retinoides: indicados para el tratamiento del acné
    – Maquillaje: sobre todo los que son en polvo sin aceites
  • Patologías
    Entre las más comunes en cuanto a la sequedad cutánea se encuentran las siguientes:

    • La dermatitis seborreica. Afecta la piel cerca de las cejas, los párpados, la frente, la nariz y las orejas.
      La piel parece seca y agrietada en ciertos casos causa dolor y en otros, se infecta.
    • Otras enfermedades de la piel como eczema y soriasis
    • Diabetes
      Los niveles de glucosa en la sangre mal regulados pueden provocar deshidratación y, en consecuencia, sequedad de la piel. Esta patología puede causar úlceras retardando su curación y provocar infecciones.

El paciente diabético debe ser controlado por un especialista podólogo porque muchas patologías se diagnostican en este órgano importante como es el pie (para más información ver El pie diabético)

  • Hipotiroidismo
    Los bajos niveles de hormonas tiroideas pueden reducir la cantidad de grasa producida por la piel y causar piel seca y áspera.
    Otros síntomas de esta patología son: cansancio y aumento de peso.

Tratamiento de la sequedad grave de la piel

La sequedad de la piel puede variar de un grado mínimo hasta xerosis intensa acompañada de grave desepitelización epidérmica (sequedad cutánea con descamación).
En presencia de tales condiciones, sobre todo en la persona la persona anciana, son útiles preparados emolientes que hidratan la piel seca y reconstituyen la barrera cutánea alterada. En el comercio, hay disponibles preparados de aplicación cutánea a base de ácido traumático y biotina, de acción emoliente. Estas formulaciones optimizan la restructuración epidérmica natural comprometida por estados de sequedad cutánea severa y duradera.
La actividad sinérgica del complejo ácido traumático – biotina favorece la convergencia fisiológica queratinocitosa (acción bio-mecánica) con efecto revitalizante de las células cutáneas comprometidas por estados de excesiva sequedad (del pie y la pierna), especialmente en el anciano o en personas predispuestas a dermatitis alérgicas de contacto.
Asimismo, es importante enriquecer las formulaciones con ácido hialurónico y piroglutamato de sodio con la finalidad de garantizar el efecto hidratante, coadyuvando al mismo tiempo la recuperación regular de la barrera hidrolipídica cutánea.

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