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Tratamiento y prevención del pie diabético
19 Jan 2018
Tratamiento y prevención del pie diabético

El enfoque terapéutico específico para el tratamiento de la enfermedad diabética y de las comorbilidades asociadas (por ejemplo, alteraciones tisulares en el pie), es multidisciplinario en cuanto el diagnóstico requiere la evaluación por parte de varios especialistas médico-sanitarios (diabetólogo, podólogo, cirujano).

Los pacientes que sufren de diabetes deben seguir todas las indicaciones del especialista para llevar a cabo un programa eficaz de prevención que minimice fundamentalmente el riesgo de formación de úlceras (con frecuencia, necrotizantes) en los pies.
Uno de los mayores problemas del paciente diabético, cuando se hace referencia a los problemas podales, es la alteración de la sensibilidad al dolor y a los estímulos térmicos que se dejan de advertir regularmente. En consecuencia, el enfermo tiende a no darse cuenta de la presencia de dolores cutáneos que se subestiman y predisponen el tejido epidérmico a la ulceración.

La estrategia terapéutica de primera línea es, sin dudas, de tipo conservador/preventivo en lo referente a las ulceraciones cutáneas del pie.

El uso de preparados de uso tópico en emulsiónpara aplicar sobre la piel afectada pero aún no ulceradaa base de ALIAmidas (adelmidrol) garantiza:

  • el potenciamiento metabólico natural del proceso de queratización (refuerzo de los estratos cutáneos);
  • el mantenimiento y la reconstrucción de la barrera hidrolipídica funcional natural (efecto protector contra la contaminación con microorganismos patógenos que causan infecciones);
  • el control del componente neuroinflamatorio cutáneo (típico de la neuropatía diabética) con el consiguiente mejoramiento de la percepción sensitiva de los estímulos dolorosos y térmicos.

La falta de control o un control inadecuado de los dolores cutáneos predisponen el tejido a la ulceración, especialmente en la zona plantar del pie. El tratamiento de las ulceraciones activas de difícil curación se basa en 3 puntos fundamentales:

  1. el cuidado local de la lesión;
  2. el tratamiento de eventuales infecciones;
  3. el alivio de la carga sobre la lesión ulcerativa.

La falta de medicación de la lesión ulcerosa en el pie diabético reduce drásticamente las posibilidades de curación y expone al enfermo al riesgo de gangrena y amputación de una parte del pie.

El cuidado local de la lesión

El manejo de la úlcera/lesión en el paciente diabético es una práctica fundamental que se debe realizar de manera adecuada. El tratamiento consiste en:

  1. limpiar/desinfectar la lesión lavándola con una solución fisiológica;
  2. aplicar un gel hidroglicérico a base de ALIAmidas para mantener las características adecuadas de hidratación y, al mismo tiempo, favorecer los procesos fisiológicos de reepitelización; la formulación del gel que se aplicará sobre la piel dañada debe ser:
    • estéril;
    • isotónica, es decir, que no pueda dañar las células nerviosas, endoteliales y tisulares;
  3. aplicar una medicación no adherente y absorbente en caso de exudado importante. Existen en el comercio apósitos a base de gel hidroglicérico en estado sólido que garantizan:
    • una óptima absorción de los exudados inflamatorios;
    • la transpiración natural de la parte donde se aplica;
    • la creación de un ambiente desfavorable para el crecimiento bacteriano;
    • la protección no traumática de la zona afectada sin dañar los tejidos tratados;
  4. sobre la medicación se debe aplicar un vendaje elástico compresivo en forma de media.

El tratamiento de infecciones

La aparición de problemas de infección cerca de las úlceras necesita un tratamiento antibiótico de urgencia para reducir el riesgo de gangrena y amputación del miembro. En general, los pacientes con pie diabético infectado se tratan con inyecciones endovenosas de antibióticos de amplio espectro (por ejemplo, penicilina, metronidazol, aminoglucósidos).
En vez, para las infecciones de gravedad moderada o leve se puede utilizar un tratamiento por vía oral, o sea, por boca (de todos modos, se deberá hospitalizar al paciente durante algunos días). Las gasas estériles y/o los apósitos de gel hidroglicérico son útiles para detener pequeñas hemorragias provenientes de lesiones, heridas o úlceras, y obstaculizar el ingreso de bacterias en la lesión.

En caso de gangrena, es obligatorio el tratamiento invasivo que prevé la eliminación quirúrgica del tejido infectado.

El alivio de la carga sobre la lesión ulcerativa

Las órtesis plantares y digitales en el paciente diabético cumplen un papel muy importante y se utilizan ya sea para la prevención (primaria y secundaria) como para el tratamiento de las lesiones ulcerativas. Las órtesis digitales/plantares de silicona (de poliadición) tienen un rol fundamental al descargar, compensar, reequilibrar y eventualmente corregir las alteraciones estructurales de los dedos y la planta del pie.

Más información:
El pie del paciente diabético

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